21 de marzo de 2012

Casos

   Me han sucedido cosas extrañas que no siempre asociamos a determinadas actitudes y ahora, viendo las noticias que saltan a la opinión pública, uno se pregunta si en verdad eran casos aislados o meras formas encubiertas de actuar.
   Por poner algún ejemplo diré que salté de telefónica movistar cuando vi que demostraban mucho más interés en captar nuevos clientes que en conservar a los que ya les eran fieles. Otro tanto me ocurrió con Orange cuando de forma unilateral me cambiaron un contrato que tenía muy ventajoso para mí por otro en el que me cobraban dos cargos repetidos en cada factura. Es cierto que cuando hablamos de contrato de empresa las ofertas que me hicieron sólo iban encaminadas al tiempo de ocio como también es cierto que yo le saqué todo el partido a ese tramo de ocio. En esa misma compañía me pasaron una oferta para el fijo de casa y después de todos los trámites descubrí que en mi zona no podían darme todo aquello que me habían ofrecido. Fue la época en que asumí que no te regalan ningún teléfono y que lo pagas mes a mes con el contrato que te obligas a firmar. También es cierto que hoy, cada vez que me llaman de Orange les insisto en que tendrían que devolverme primero lo que me robaron.
   Bien, todo esto, que yo sé que me enrollo, venía por las noticias sobre bancos y rescates y más concretamente sobre la CAM. He de aclarar que hace muchos años que no soy cliente suyo ni creo que tengan ninguna posibilidad de recuperarme porque, como en el caso de la compañía de telefonía, antes tendrían que devolverme el dinero que me estafaron. Y digo que me estafaron porque aunque hubiera cabido la posibilidad de un error por su parte o una mala comprensión/interpretación por la mía, ésta quedó descartada por la propia empleada de la oficina.
   El tema es que hace años pedí un préstamo en esa entidad (impuesta claro está por el vendedor) para la adquisición de un vehículo y en el momento de firmar los papeles para la financiación a 4 años me informan que lleva aparejado un seguro de cobertura y mientras leo los términos del seguro veo que la duración del mismo es de 6 años. Pregunto a la persona que nos está atendiendo, estamos él, el vendedor del concesionario y yo, y me responde que la compañía de seguros ofrece unos paquetes estándar y el mínimo es el de seis años. Recuerdo que pregunté extrañado si era normal que estuvieras pagando un seguro dos años después de haber terminado de devolver el crédito y la respuesta fue que el paquete mínimo de la aseguradora para ese tipo de seguro era ése.
   Casi cuatro años después, a punto de acabar el plazo que yo había pedido, y por eso decía anteriormente que no cabía el error o la malinterpretación, y viendo que aún quedaba una parte importante del crédito inicial para los dos o tres meses escasos que quedaban, dado que yo trabajaba fuera, envié a mi madre (sufridas madres) a la oficina bancaria a esclarecer el tema y, para su sorpresa, al preguntar a la empleada sobre la duración del préstamo ésta le dice: "otro que también creía que era a cuatro años".
   La única duda que he tenido todos estos años ha sido si el vendedor del concesionario también estaba metido en el negocio. En cuanto a la entidad bancaria y al responsable que me atendió no he tenido nunca la más mínima duda.
   Soy plenamente consciente de que la entidad no se ha ido al garete por que yo dejara de ser cliente, por descontado, pero es evidente que desde ese momento tuvieron en mí al difusor de la peor publicidad que hayan tenido probablemente en la historia del banco. Y si a ello unimos la mala gestión de sus directivos y la nula vergüenza que han demostrado al intentar repartirse los dineros del rescate en las indemnizaciones y demás,  sí es posible que la imagen que hayan transmitido a sus posibles clientes no fuera nada halagüeña.
   No digamos ya si hemos de referirnos a la noticia que está ocupando los noticiarios de los últimos días, me refiero a las preferentes.
   ¡¡Sin comentarios!!
   Feliz semana a tod@s.