29 de febrero de 2012

JUSTICIA


   No es habitual en mí renegar de mi origen pero en esta ocasión siento vergüenza de ser valenciano.
   No puedo entender los niveles de corrupción, despilfarro y estupidez a que se ha llegado en lo que se supone deberían ser las instituciones que deben regir los caminos de la comunidad.
   Estos días atrás hemos visto cómo un personaje que ha sido capaz de despilfarrar los fondos de sus conciudadanos en dudosos acontecimientos que iban a suponer una mejora evidente para la sociedad???, acababa siendo declarado no culpable por un jurado popular en una pantomima montada sobre tres trajes que por lo visto le habían regalado. Y tengo claro que esta pantomima de los trajes, aparte de servir de cortina de humo para otros temas mucho más importantes, ha sido posible por lo que yo creo que es el primer tema que debería revisarse con esta gentuza, y es la utilización de la televisión pública valenciana como un mero instrumento de publicidad de sus actividades propagandísticas.
   En la comunidad valenciana hemos tenido que soportar los desmanes en asuntos como la visita del papa del que todavía no se sabe el coste que supuso para las arcas públicas, la celebración de la Copa de la América, la construcción del Ágora, de la Ciudad de las Ciencias, del circuito de fórmula 1,  de los proyectos de Calatrava en los que algunos se han llegado a pagar cifras innombrables por una maqueta y un largo etcétera en los que se va sabiendo las cantidades de dinero que se han "perdido" por el camino. No hablemos ya de aeropuertos sin aviones, parques temáticos ruinosos, estudios de cine, tramas de basuras, urbanismo, depuradoras, etc.
   Ahora, para completar el panorama autonómico, vemos cómo arranca la llamada "primavera valenciana" con una actuación de la policía cuanto menos, desafortunada.
   Hay que recordar que aquí en la comunidad no se han instalado los ordenadores ofertados por el anterior gobierno por falta de fondos, destinados aquí para otros menesteres, aunque se hayan aducido mil razones extravagantes; hay muchas personas a las que la ley de dependencia otorgaba ( de hecho están aprobadas) ayudas que siguen sin llegar después de varios años .... El etcétera sería demasiado largo. Y cuando a un grupo de estudiantes se les ocurre salir a la calle a quejarse de las condiciones en que se están impartiendo las clases hay quien ve una revuelta impulsada por el anterior gobierno para, no sé muy bien si desacreditar o desestabilizar al nuevo ejecutivo.
   Increíble.
   Estoy seguro que lo único que no reconocerán los responsables del tema, después incluso de tachar a la ciudadanía de "enemigo", es que simplemente se equivocaron al no retirarse a un segundo plano sin avivar los ánimo de los muchos que seguro no eran violentos.
   Se han visto imágenes de todas clases, por supuesto, pero los intentos de los responsables por justificar lo injustificable, por hacer ver que eran ataques violentos contra la policía, por convencer de que menores sólo habían seis, sin tener en cuenta que una persona de más de setenta años golpeada por las porras de los agentes sólo consigue avivar la rabia, han abierto una enorme brecha en la confianza del público, que ahora ve con otros ojos a las fuerzas de orden público.
   Lo dicho, vergüenza.
   Un saludo a tod@s.